Resolviendo los problemas empresariales y sociales conjuntamente: cómo nuestra tecnología ayuda a las comunidades en desarrollo a crecer
julio 10, 2017, Scott Foster
Alimento, agua y energía: estos son los tres pilares fundamentales de las necesidades sociales de la población mundial. Y en el punto en que estas tres necesidades básicas se cruzan, surgen aún más desafíos complejos: se necesita agua para producir alimentos y energía; se necesita energía para transportar, calentar y tratar el agua, así como para producir alimentos; y, en ocasiones, los cultivos destinados a la alimentación se convierten en fuente de energía. Dado que son sistemas interconectados e interdependientes, cualquier acción o cambio en uno de ellos repercutirá inevitablemente en los otros.
Hoy en día también observamos que los mercados emergentes se expanden de manera exponencial, mientras que la infraestructura crítica y los recursos necesarios no logran mantenerse al mismo ritmo. Sin acceso a Internet, estas poblaciones desatendidas del mundo en desarrollo no pueden aprovechar recursos digitales de salud o educación que les permitan mejorar sus ingresos o su bienestar. A esto se suman los desafíos de la brecha digital entre áreas urbanas y rurales, y las infraestructuras deficientes o mal gestionadas que complican aún más la situación.
A pesar de estas dificultades, y en lugar de depender de infraestructuras heredadas en el mundo en desarrollo, existen oportunidades para adoptar e implementar tecnologías diseñadas específicamente para las condiciones locales. Al enfocarse en nuevas tecnologías para satisfacer estas necesidades y al fomentar alianzas público-privadas, es posible que los mercados emergentes avancen hacia el desarrollo, la prosperidad y el crecimiento.
En Delta comprendemos la relación entre estas necesidades y cómo la energía y el Wi-Fi pueden sentar las bases para que las comunidades en desarrollo crezcan y prosperen. Reconocemos que nuestra solución única puede aplicarse para abordar y resolver este tipo de problemas sociales y económicos locales, ofreciendo oportunidades a las poblaciones desatendidas para que se empoderen y mejoren su futuro.
Por ejemplo, cuando una empresa local de servicios públicos amplía y optimiza su sistema utilizando nuestra Delta Smart Grid Network (DSGN™) —una red única, estandarizada y escalable que permite el desarrollo de comunidades desatendidas— no solo optimiza la distribución de energía, sino que además construye nuestra red Wi-Fi, creando esencialmente un gran punto de acceso. Con el acceso a Internet disponible, surgirán oportunidades para ampliar la educación, apoyar el microemprendimiento y fortalecer la economía local.
Nuestra filosofía en Delta es que los negocios y los problemas sociales no deben ser excluyentes; cada uno debe abordarse de manera que potencie al otro. A través de un acceso eficiente a la energía y posteriormente al Internet, las poblaciones desatendidas podrán aprovechar los múltiples recursos digitales que hoy les son inaccesibles. De este modo, se verán empoderadas para desarrollar microempresas y contribuir a la economía local.
En última instancia, nuestra visión es colaborar con organizaciones sin fines de lucro y fondos de desarrollo internacionales para hacer realidad y expandir esta capacidad en los mercados desatendidos.