Aumento de la resiliencia para las redes eléctricas inteligentes
febrero 08, 2019, Scott Foster
En este panorama digital moderno y en constante cambio, garantizar la plena fiabilidad y resiliencia de la red eléctrica inteligente se ha convertido en un desafío creciente. ¿Cómo asegurarnos de que el sistema pueda “recuperarse” y volver a funcionar eficazmente tras una interrupción? La expansión del Internet de las Cosas (IoT) ha introducido una amplia variedad de dispositivos y productos inteligentes que aumentan la conectividad. Sin embargo, combinada con infraestructuras obsoletas, esta situación ha incrementado la vulnerabilidad de la red frente a apagones y ataques maliciosos.
Hemos visto este reto de resiliencia manifestarse recientemente tras el huracán Harvey en Houston, el huracán María en Puerto Rico e incluso después de la supertormenta Sandy en 2012, donde millones de personas estuvieron sin electricidad durante días. En el caso de Puerto Rico, más de 450.000 residentes seguían sin electricidad cuatro meses después del impacto de la tormenta. Este tipo de apagones tiene un precio muy alto: un estudio del Departamento de Energía de EE. UU. de 2013 reveló que los cortes de energía provocados por fenómenos meteorológicos extremos generaron un coste promedio de entre 18 y 33 mil millones de dólares para toda la economía entre 2003 y 2012. A esto se suma la creciente preocupación por la ciberseguridad de la red —con el Departamento de Energía de EE. UU. advirtiendo que el sistema eléctrico “enfrenta un peligro inminente” de ciberataques—, por lo que no sorprende que la resiliencia de la red deba ser una prioridad máxima para las empresas de servicios públicos.
Para aprovechar al máximo las capacidades de la red inteligente, es necesario invertir en infraestructuras más resilientes y en soluciones tecnológicas que fortalezcan la red frente a eventos imprevistos, desde condiciones meteorológicas hasta incidentes de seguridad. Una pieza clave consiste en considerar soluciones tecnológicas innovadoras capaces de evaluar el rendimiento en tiempo real y proporcionar la información necesaria para actuar de forma proactiva, eficiente y eficaz en caso de un problema.
Por ejemplo, nuestra Delta Smart Grid Network (DSGN™) aporta capacidad de datos en tiempo real e integración activa de dispositivos IoT allí donde haya electricidad. La red puede ofrecer a las compañías eléctricas datos procesables y visibilidad de sus sistemas, así como de su funcionamiento, mediante el uso de nuestra plataforma de análisis en la nube.
Esta infraestructura permitirá a las empresas de energía identificar problemas con mayor facilidad para actuar de inmediato, ya provengan de desastres naturales, ciberataques u otros incidentes. Por ejemplo, si se informa de un corte, la compañía podrá localizar rápidamente el origen del problema, lo que normalmente supone un proceso manual que consume mucho tiempo. Gracias a esta mayor visibilidad, las compañías eléctricas se ven fortalecidas y, en consecuencia, mejora la resiliencia de la red.
Otra vía para aumentar la resiliencia de la red consiste en considerar las energías distribuidas, el almacenamiento de energía y las microredes. Un ejemplo de ello ocurrió durante el huracán Harvey, cuando más de una docena de tiendas H-E-B en Houston pudieron mantener encendidas sus luces y continuar prestando servicio a sus comunidades gracias a tener microredes alimentadas por gas natural.